De mi parte quiero que sepan que esto esta más que nada dedicado al perdón que Anna desearía tener y algo en la profundidad de mí me gustaría también tenerlo. Y soy injustificable, pero soy la tristeza convertida en coraje de ella.
Nací cuando ella iba en primero de primaria, cuando nadie deseaba ser su amigo, cuando nunca encajaba con nadie. Ella difícilmente consiguió a cuatro personas que ella esperaba que fueran sus amigas pero irónicamente a los cuatro días de haberlas conocido decidieron ignorarla. Al principio ella se sintió mal…pero después yo le dije mi primer comentario, mis primeras palabras…
¿Para qué necesitas amigas así? Mejor sola que mal acompañada.
Hemos pasado tanto tiempo juntas que ella ya había olvidado lo que era ser ella misma. La llegada de una mujer quién la odiaba inclusive antes de que ella naciera tampoco ayudaron a despertar su yo interior si no al contrario, mis comentarios e ira se hacían ¿cómo explicarlo? ¿Más fuertes? Sí quizá. Una noche yo estaba tan harta de todo, tan enojada… una noche de Abril del 2010 al igual que como yo nací en su mente alguien me habló a minutos o segundos antes de hacer algo que pudo haber cambiado el rumbo de mi vida a uno no muy grato que digamos: Me iba a convertir en homicida.
¿Por qué matarías a ella si el problema no es ella si no su mamá?
Yo iba a matar a la hija de esta mujer. Pero después de la intervención de quién llámame Kisho (Del japonés “Quien conoce su propia mente”), tuvimos conversaciones que fueron apaciguando mi enojo… Un día, Kisho partió, por ahora pienso que es permanente. Algún tiempo después con los conocimientos adquiridos por Kisho, Ana pudo ser ella misma sin mí.
Las cosas iban bien hasta que la llegada de cierto individuo prepotente destruye casi por completo la decisión de vida que tomó Ana a los nueve. Y no culpo al individuo si no a Ana por haber permitido que el sueño de diez años que llevamos hasta ahora que iba a estar a nada de hacerse realidad ella lo destruyera. No debí de haberla dejado sola… no ahora. Que no puedo ni ella puede hacer nada más que esperar y ver cuales fueron los resultados a su cobardía.
Ese sueño… nació a partir de un cuento y sus dibujos: Ella quiere ser caricaturista. Y mandó al carajo la escuela por cierto hombre despreciable pero eso no quita la culpa de que ella fuera quién prefiriera faltar a las clases y demás.
Es momento de que yo tomé cartas sobre el asunto.
Y bien con esta historia resumida de nuestra vida abro el espacio y claro tampoco creas que esto que he escrito es pura tontería. Esto que experimentamos Ana y yo y ¿por qué no? Kisho también es algo que los psiquiatras llaman Síndrome de disociación de personalidades*. Una personalidad que se crea a partir de algo traumático o fuerte pero que generalmente nace de un momento inolvidable en la infancia. Puede este trastorno curarse a lo largo del tiempo pero no es muy bueno que un adulto siga con este pequeño problema.
¡Las emociones y sentimientos se alteran!
Bien por ahora creo que sería todo para darles la bienvenida. Detalles de esta historia serán por Ana y por mí en su respectivo momento, en su respectiva historia y por supuesto esto no es para un lector si no para ella. Que recuerde quién es, que hiso, que logró y qué perdió. Es importante para alguien con problemas de memoria recordar.
Yo nunca tuve nombre que envidia a Kisho pero algunos me llaman Beyond. Pero siendo francos… no me gusta la idea de tener un nombre de un personaje que si bien representa la obsesión, la venganza, narcisismo, egocentrismo… también es quién ha fracasado. Así que bien les daré mi nombre real aunque como al personaje que parece que represento, tampoco me gusta darlo.
Rebecca Brígida.
Rebecca Brígida.
*Más información sobre Síndrome de disociación de personalidades: http://www.cepvi.com/articulos/disociacion.shtml
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